Cardiopatías Congénitas:Cardiopatías Congénitas Con Cortocircuito D→I

5.3.- Cardiopatías congénitas con cortocircuito D→I

Son las denominadas cardiopatías congénitas cianóticas.

Transposición de grandes vasos
Es la cardiopatía cianótica más frecuente en el recién nacido.
Se produce cuando la aorta nace del VD y la arteria pulmonar
del VI, estableciéndose dos circulaciones cerradas e independientes.

Fisiopatología
Toda la sangre que sale del VD pasa a la circulación mayor y
regresa al corazón derecho sin oxigenarse, mientras que la que
sale del VI se dirige hacia los pulmones y vuelve al mismo lugar.
Este tipo de anomalía sólo es viable si coexisten además una o
más comunicaciones que mezclen la sangre de ambos circuitos
(CIA, DAP y/o CIV). Necesita tratamiento temprano, porque sin
él la mortalidad es muy alta.

Diagnóstico
- Exploración: cianosis al nacimiento que se agravará severamente
en el momento en que se cierre el ductus.
- ECG: sobrecarga del VD.
- Radiografía de tórax: plétora pulmonar (por la hiperdinamia
que existe por el acortamiento del circuito pulmonar),
corazón ovalado con pedículo estrecho debido a la superposición
de las grandes arterias en el plano anteroposterior.
- Ecocardiograma: confirma el diagnóstico.
- Cateterismo: característicamente la presión en VI es menor
que en la aorta.

Tratamiento
1. Es fundamental promover desde el primer momento las
comunicaciones entre las cavidades cardíacas para asegurar
la mezcla de sangre oxigenada y no oxigenada de las dos circulaciones
paralelas e independientes:
• Se intentará mantener el ductus permeable mediante la
infusión de PGE1 (MIR 00, 254).
• Se intentará aumentar o crear la CIA mediante la atrioseptostomía
de Rashkind, que desgarra el tabique interauricular
por medio de un catéter-balón.
2. En un segundo tiempo, se realizará la cirugía correctora. La
técnica de elección es la corrección anatómica de Jatene,
que consigue reimplantar cada arteria en su ventrículo correspondiente.
Se debe realizar antes de las 3 semanas de vida,
para evitar la atrofia del VI debido a las bajas presiones.

La corrección fisiológica de Mustard consiste en la redistribución
del flujo de sangre a nivel auricular hacia los ventrículos
correspondientes gracias a un parche colocado de
forma especial.

Figura 4. Corrección anatómica de la TGV. Operación de Jatene.

Truncus
Consiste en la existencia de una única arteria que sale de la
base del corazón y que se ramifica dando lugar a las coronarias,
la arteria pulmonar y la aorta ascendente, acompañada de
una CIV septal baja. Es un defecto grave que necesita corrección
quirúrgica precoz.
En ocasiones se asocia al síndrome Di George (con aplasia de
timo y paratiroides).

Drenaje venoso pulmonar anómalo total
Consiste en el drenaje de las venas pulmonares hacia el corazón
derecho, volviendo la sangre hacia la circulación pulmonar
(MIR 99F, 57). La forma más frecuente es la supracardíaca,
desembocando en la vena cava superior, aunque también pueden
hacerlo en la AD o en la vena cava inferior (infradiafragmático).
En los casos en los que la conexión se realiza a través
del sistema cava superior, la silueta cardíaca adquiere conformación
en "8" o "muñeco de nieve" en la radiografía de
tórax. Esta anomalía precisa para ser viable de una CIA que
lleve parte de la sangre oxigenada a la circulación general. El
tratamiento es quirúrgico.

Ventrículo único
Consiste en la existencia de una cavidad ventricular única que
se asemeja al VI, que recibe sangre de las dos aurículas. Debuta
con insuficiencia cardíaca en la primera infancia. Necesita tratamiento
quirúrgico precoz y la técnica de elección es la operación
de Fontan o derivación atriopulmonar, que crea un
conducto entre la AD y la arteria pulmonar.

Hipoplasia de cavidades izquierdas
Consiste en el hipodesarrollo del corazón izquierdo, en cualquiera
de sus componentes (cavidad ventricular, orificio mitral,
aórtico y/o aorta), de manera que la circulación se mantiene
gracias al VD y a la persistencia del ductus arterioso. Da lugar
a insuficiencia cardíaca en los primeros días de vida. Necesita
tratamiento quirúrgico precoz y la técnica de elección es la
corrección en dos tiempos de Norwood. La alternativa es el
transplante cardíaco.

Tetralogía de Fallot
Es la cardiopatía congénita cianótica más frecuente, pero no se
manifiesta al nacimiento sino que aparece a partir del primer
año de vida. Consiste en la coexistencia de cuatro malformaciones
(MIR 98, 119):
- Estenosis pulmonar infundibular (subvalvular) (MIR 99F,
42). Marca el pronóstico.
- Hipertrofia del ventrículo derecho.
- Comunicación interventricular.
- Aorta acabalgada sobre ambos ventrículos.
En ocasiones, también posee anomalías en las coronarias.
Cuando asocia CIA hablamos de pentalogía de Fallot.

Figura 5. Tetralogía de Fallot.

Fisiopatología
La dificultad al flujo de sangre a través del tracto de salida del
VD condiciona la hipertrofia progresiva del mismo, de manera
que con el tiempo, las presiones del corazón derecho superan
las del izquierdo y aparece el cortocircuito D→I a través de la
CIV, y con ello la cianosis. Todas aquellas maniobras que consigan
disminuir la postcarga (resistencias periféricas), facilitarán
el paso de sangre hacia el corazón izquierdo y aorta y agravarán
la hipoxemia.

Clínica
Se manifiesta como un RN sano que, al alcanzar el año de vida,
comienza con cianosis, tanto más grave cuanto más marcada
sea la estenosis pulmonar. Suele acompañarse de cierto grado
de disnea con el esfuerzo y de escasez de ganancia ponderal.
La hipoxemia crónica dará lugar a un tinte azulado constante
con crisis puntuales característicamente desencadenadas por el
llanto o el ejercicio, en las que aparece cianosis intensa, agitación,
polipnea, pérdida de conciencia, convulsión e incluso
muerte. Es muy típico que el cuadro mejore al adoptar el niño
la posición de cuclillas o genupectoral (squatting), o bien, en el
lactante, la posición en gatillo de fusil, con el fin de aumentar
las resistencias periféricas a nivel de las extremidades flexionadas,
de manera que disminuye el shunt y mejora la circulación
pulmonar.
En las cardiopatías evolucionadas pueden observarse acropaquias,
trombosis vasculares debido a la policitemia secundaria
a la hipoxia (son muy típicos los abscesos cerebrales) o trastornos
hemorrágicos por el mismo motivo.

Diagnóstico
- Auscultación: soplo sistólico de estenosis pulmonar, menor
cuanto mayor es la estenosis (MIR) (disminuye durante las crisis),
con disminución del 2º ruido.
- Radiografía de tórax: hiperclaridad en los campos pulmonares;
corazón en "zueco" (pequeño, con la punta redonda
y levantada y una depresión en el punto de salida de la arteria
pulmonar o signo del "hachazo pulmonar") (MIR 05,
182).
- ECG: sobrecarga de corazón derecho, con eje desviado a la
derecha.
- Ecocardiograma: confirma el diagnóstico.

Tratamiento
Para mejorar la hipoxemia durante las crisis, se puede emplear
oxígeno, betabloqueantes (relajan el infundíbulo pulmonar
facilitando la salida de sangre hacia la circulación pulmonar),
metoxamina (aumenta las resistencias vasculares periféricas
disminuyendo el shunt), y otras medidas de soporte, como
colocar al niño en posición de cuclillas.
En niños menores de 1 año y en anatomías muy desfavorables
(hipoplasia de la arteria pulmonar), se realizará la anastomosis
paliativa de Blalock-Taussing, que consigue unir la arteria
subclavia y la arteria pulmonar llevando más cantidad de sangre
a los pulmones.
En anatomías favorables (arteria pulmonar de tamaño normal),
se realizará cirugía reparadora total lo más precoz posible, consistente
en el cierre de la CIV por parche y la ampliación del
infundíbulo pulmonar. La atrofia de las arterias pulmonares
contraindica este tipo de corrección quirúrgica.

Atresia tricúspide
Consiste en la falta de comunicación entre la AD y el VD, de
manera que, para ser viable, necesita de la coexistencia de una
CIA que lleva la sangre al corazón izquierdo y una CIV y/o ductus
persistente que la devuelve hacia la circulación pulmonar.
El ventrículo derecho es hipoplásico, mientras que el corazón
izquierdo se sobrecarga.
Se manifiesta con cianosis intensa y un cuadro hipoxémico
grave en el RN.
Necesita corrección quirúrgica precoz. Entre las intervenciones
de soporte hasta la cirugía correctora, se encuentran la atrioseptostomía
de Rashkind seguida de una fístula sistémicopulmonar
de Blalock-Taussing, o la fístula de Glenn, que
anastomosa la vena cava superior con la arteria pulmonar derecha.
Hacia los 3-4 años de vida se realiza la cirugía correctora
de Fontan, que consiste en crear una anastomosis entre la
AD y la arteria pulmonar.

Cardiopatías Congénitas:Cardiopatías Congénitas Con Cortocircuito I→D

5.2.- Cardiopatías congénitas con cortocircuito I→D

CIA
Consiste en la existencia de un defecto de cierre en la pared
que separa las aurículas. No hay que confundirlo con el foramen
oval permeable, que es una variante de la normalidad
muy prevalente en la población general y sin trascendencia clínica
(aunque en ocasiones se asocia a un aneurisma en el tabique
interauricular y a embolias paradójicas).



Clasificamos la CIA en función de la localización del orificio:
1. Ostium primum: situado en la parte más baja del tabique
interauricular, cerca de las válvulas AV. Puede asociar una
hendidura en la valva mitral anterior que condiciona una insuficiencia
mitral. La forma más grave es el canal AV común
producido por un defecto en los cojinetes endocárdicos
(MIR), con insuficiencia cardíaca en los primeros meses; en su
forma completa ("canal AV completo") asocia una CIV y una
válvula AV común y, por tanto, un shunt D→I con cianosis.
Esta última se asocia al síndrome de Down.
2. Ostium secundum: es la forma de CIA más frecuente.
Situado en la zona medial del tabique interauricular.
3. Seno venoso: localizado en la parte más alta del septo,
cerca de la desembocadura de la vena cava superior; en
menos ocasiones cerca de la vena cava inferior. Puede asociar
alteración de la desembocadura de las venas pulmonares
derechas.
El denominado "síndrome de Lutembacher" consiste en la asociación
de una CIA con estenosis mitral.



Fisiopatología
Los orificios pequeños cierran espontáneamente en los primeros
años de vida, mientras que el canal AV común desarrollará
una clínica franca. La clínica de la CIA es consecuencia del cortocircuito
I→D que se establece a nivel auricular y que condiciona
un hiperaflujo pulmonar.



Clínica
Lo más frecuente es que sea asintomática. En caso de dar clínica,
suele presentarse en forma de infecciones pulmonares de
repetición y, a la larga, puede desarrollarse un síndrome de
Eisenmenger con clínica de insuficiencia cardíaca.

Diagnóstico
- Auscultación:
• Desdoblamiento fijo del segundo tono (MIR 01F, 52; MIR
00, 219; MIR 98F, 90; MIR 97, 170).
• Aumento del primer ruido.
• Soplo sistólico eyectivo de hiperaflujo pulmonar.
• Soplo pansistólico de insuficiencia mitral en el canal AV
común.
- ECG: en el ostium secundum existe sobrecarga de cavidades
derechas con bloqueo de rama derecha (BRD) y eje derecho.
En el CIA tipo ostium primum, además de BRD por sobrecarga
de cavidades derechas, existen otras alteraciones de la
conducción, como un hemibloqueo anterior izquierdo (HBAI)
que determina un eje izquierdo y vertical (MIR).
- Radiografía de tórax: crecimiento de cavidades derechas
y plétora pulmonar (MIR 01, 49).
- Ecocardiograma: es la técnica diagnóstica de elección.
Permite estudiar con precisión la anatomía del defecto septal
y programar la corrección quirúrgica o percutánea.
- Cateterismo: muestra un salto oximétrico en la AD.

Tratamiento
- De soporte de las infecciones pulmonares y de la insuficiencia
cardíaca, si existiese.
- En general se debe realizar profilaxis de endocarditis infecciosa,
sobre todo en presencia de defecto tipo ostium primum,
que suele asociar insuficiencia mitral. No es necesaria
dicha profilaxis en caso de CIA tipo ostium secundum.
- Indicaciones de cirugía:
• Sintomáticos.
• Asintomáticos cuyo cortocircuito tenga una relación entre
el flujo pulmonar (Qp) y el sistémico (Qs) superior a 2 (Qp/Qs
>2) (MIR 00, 83). Se recomienda la cirugía entre los 3-6
años de edad.
• CIA tipo ostium primum: sobre todo en la forma canal AV
completo, en la que sin corrección la mortalidad en el primer
año de vida supera el 50%. En estos casos la corrección quirúrgica
debe realizarse antes de los 6-12 meses (MIR 97, 212).
El objetivo de la cirugía es evitar que se desarrolle un síndrome
de Eisenmenger. La cirugía no está indicada en aquellos
pacientes con cortocircuitos I→D triviales (Qp/Qs <1 br="br" en="en" ni="ni">los pacientes en los que ya se haya instaurado una inversión del
flujo por enfermedad vascular pulmonar (Eisenmenger).
La cirugía consiste en la sutura o colocación de un parche en el
orificio del tabique. Cada vez más, se cierran estos defectos
septales a través de la cardiología intervencionista mediante la
colocación de un dispositivo en forma de doble paraguas. En el
tipo ostium primum se corregirán al tiempo las alteraciones
asociadas, siendo en ocasiones necesario sustituir la válvula
mitral.



CIV
Es la cardiopatía congénita más frecuente, exceptuando la válvula
aórtica bicúspide. Consiste en un defecto de cierre del
tabique que separa los ventrículos, en general en la porción
membranosa.



Fisiopatología
En los orificios pequeños no existe mucha traducción fisiopatológica
y un porcentaje alto cierra espontáneamente hacia el
primer año de vida. En las CIV grandes, el shunt I→D origina
hiperaflujo pulmonar.

Clínica y diagnóstico
Las CIV pequeñas (enfermedad de Roger) son asintomáticas;
las grandes suelen producir insuficiencia cardíaca en los primeros
meses de vida.
- Auscultación:
• Soplo pansistólico paraesternal izquierdo áspero y fuerte
(en general más notable en defectos pequeños). Tiende a
desaparecer con la inversión del shunt (MIR 01, 178).
- ECG: sobrecarga de ambos ventrículos y de la AI.
- Radiografía de tórax: cardiomegalia con plétora pulmonar.
- Ecocardiograma: es la técnica diagnóstica de elección.
- Cateterismo: muestra un salto oximétrico en VD.

Tratamiento
- Observación estrecha y profilaxis de la endocarditis infecciosa
hasta que se cierre el defecto.
- Indicaciones de cirugía:
• Sintomáticos: insuficiencia cardíaca, retraso en el desarrollo,
infecciones pulmonares de repetición. Se debe realizar la
cirugía entre los 3-6 meses de edad.
• Defectos del tabique infundibular (de salida).
• Defectos del tabique de entrada.
• Asintomáticos cuando el cortocircuito I→D posee una relación
entre el flujo pulmonar y el sistémico mayor a 2 (Qp/Qs
>2). Se recomienda realizar la cirugía pasado el año de edad.



Ductus arterioso persistente
Consiste en la ausencia de obliteración del ductus arterioso en
el recién nacido, persistiendo un conducto que une la aorta,
distal a la subclavia izquierda, con la arteria pulmonar. En condiciones
normales, esta comunicación debe cerrarse en las primeras
horas tras el nacimiento para dar lugar al ligamento
arterioso hacia el primer mes de vida. El DAP aparece en casi
todos los recién nacidos prematuros y es más frecuente en
niñas y en hijos de madre infectada por rubéola en el primer
trimestre de gestación.



Fisiopatología
Las formas más leves suelen cerrarse espontáneamente durante
los primeros meses. En el resto de casos, se origina un cortocircuito
I→D desde la aorta hasta la arteria pulmonar que
ocasiona hiperaflujo pulmonar y sobrecarga de volumen de las
cavidades izquierdas.

Diagnóstico
- Exploración: pulso celer y saltón; pueden aparecer signos
de insuficiencia cardíaca. Generalmente se palpa un thrill.
- Auscultación: soplo en maquinaria de Gibson: continuo,
en foco pulmonar, irradiado a región infraclavicular izquierda
(MIR 04, 170).
- ECG: sobrecarga de corazón izquierdo.
- Radiografía de tórax: plétora pulmonar, crecimiento de
corazón izquierdo.
- Ecocardiograma: confirma el diagnóstico mediante la
visualización del ductus en proyección supraesternal.



Tratamiento
Profilaxis de la endocarditis infecciosa hasta el cierre definitivo.
- Prematuros: puede promoverse el cierre sin cirugía administrando
indometacina.
- Niños a término sintomáticos, con ductus grande, hipertensión
pulmonar, o en prematuros en que la indometacina ha
sido inefectiva: cierre quirúrgico mediante ligadura.
- En el resto de los casos puede esperarse, ante la posibilidad
de cierre espontáneo, hasta el primer año de vida. En estos
casos, si el ductus es de pequeño tamaño, puede realizarse
mediante intervencionismo percutáneo, evitando así la cirugía
cardíaca.

Otros shunts
Aneurisma del seno de Valsalva
Consiste en una dilatación de la pared de la aorta debido a una
debilidad congénita. Suele pasar desapercibido hasta que se
rompe al VD en la edad adulta, dando lugar a un cuadro de
dolor torácico brusco con signos de sobrecarga del corazón
izquierdo. A la auscultación, origina un soplo continuo. El tratamiento
es quirúrgico.

Fístula arteriovenosa coronaria
Se trata de una comunicación anómala entre una arteria coronaria
y el VD, dando lugar a un soplo continuo en el reborde
esternal. Suele ser asintomático, aunque a veces debuta en
forma de endocarditis infecciosa, trombosis, insuficiencia cardíaca
o hipertensión pulmonar. El tratamiento es quirúrgico.

Origen anómalo de la coronaria izquierda
Consiste en el nacimiento de la arteria coronaria izquierda en
la arteria pulmonar, dando lugar a isquemia. Suele ser asintomática,
aunque puede debutar en forma de IAM en el niño. El
tratamiento es quirúrgico.

Cardiopatías Congénitas: Generalidades

TEMA 5 CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS



5.1.- Generalidades
La cardiopatía congénita más frecuente es la válvula aórtica
bicúspide y, en segundo lugar, la CIV. De las formas cianóticas,
las más frecuente en el recién nacido es la TGV y, a partir del
primer año de vida, la tetralogía de Fallot.

Clínica
Las cardiopatías congénitas se diferencian clínicamente en función
de la dirección del flujo sanguíneo entre las cavidades cardíacas
(shunt).
Los cortocircuitos izquierda-derecha (I→D) cursan con hiperaflujo
pulmonar y se manifiestan por infecciones pulmonares de
repetición, insuficiencia cardíaca e hipertensión pulmonar con
aumento del segundo ruido (MIR 97, 216; MIR 97, 220). Tras
años de sobrecarga de volumen, se producen cambios irreversibles
en las arteriolas pulmonares, condicionando un aumento
de las resistencias que acaba por invertir la dirección del
shunt y dar lugar a cianosis: es el llamado síndrome de
Einsenmenger. En esta situación, el único tratamiento definitivo
es el transplante cardiopulmonar.
Las cardiopatías con cortocircuitos derecha-izquierda (D→I)
cursan con hipoaflujo pulmonar y, por tanto, con hipoxia crónica
con reagudizaciones puntuales (crisis hipoxémicas) y cianosis.
La hipoxemia origina secundariamente una policitemia
con riesgo de trombosis cuando el hematocrito es mayor a
65%. Hay que evitar las deshidrataciones y, en casos graves,
realizar una eritroféresis. Deben evitarse los corticoides.



Valvulopatías: Prótesis Valvulares

4.7.- Prótesis Valvulares

En cuanto a la elección de la prótesis a implatar se debe hacer
una valoración individual, así como saber las características de
cada una de ellas. La prótesis mecánica es mucho más duradera,
pero necesita anticoagulación de por vida, manteniendo
INR entre 2,5-3,5, con todos los problemas que ello conlleva
(MIR 05, 35). La prótesis biológica tiene una vida media más
corta (5-10 años), pero no necesita anticoagulación, salvo los 3
primeros meses post-implante (hasta la endotelización de la
superficie de la prótesis). Sí es conveniente antiagregar con
AAS o clopidogrel a estos pacientes, salvo contraindicación,
especialmente en las prótesis en posición mitral que tienen
mayor riesgo trombótico que las prótesis en posición aórtica.
Las indicaciones de un tipo u otro de prótesis pueden resumirse
de la siguiente manera:
- Prótesis biológicas:
• Mujeres que desean tener hijos por el efecto teratógeno
de los anticoagulantes orales. Es una solución temporal.
• Contraindicaciones para la anticoagulación crónica.
• Pacientes mayores de 65-70 años.
- Prótesis mecánicas:
• Menores de 60-65 años con esperanza de vida >10 años.
• Enfermos que necesiten anticoagulación por otro motivo
(por ejemplo por FA).
• Estados con aumento de calcificaciones (insuficiencia
renal).


En cuanto a las complicaciones de las válvulas protésicas conviene
destacar:
- Endocarditis (ver manual de Infecciosas y
Microbiología): se diferencia entre precoz (dos meses desde
el implante) y tardías (después de dos meses). La endocarditis
precoz está más frecuentemente causada por estafilococos
coagulasa negativo (S. epidermidis), que contaminan la válvula
durante la propia intervención. El tratamiento antibiótico
no suele esterilizar la prótesis y se requiere una nueva intervención
para recambiar la válvula. La endocarditis tardía está
causada por los mismos gérmenes que las endocarditis sobre
válvula nativa y el tratamiento antibiótico adecuado puede
eliminar la infección (sobre todo en las prótesis biológicas).
- Disfunción protésica: puede ser debida a distintos mecanismos
(calcificación formación de pannus y degeneración
protésica, deshiscencia de suturas, trombosis, etc.). Suele
manifestarse como una reaparición de los síntomas tras un
período de mejoría.
- Trombosis y fenómenos embólicos. La trombosis protésica
es una urgencia quirúrgica y requiere la sustitución valvular.
Suele producirse por rangos de anticoagulación subóptimos
y es más frecuente en las válvulas mecánicas, sobre
todo en posición derecha (por ello se suele preferir implantar
prótesis biológicas en las valvulopatías derechas). En el lado
izquierdo, las prótesis en posición mitral tienen una mayor
tendencia a la trombosis y a la embolización.
- Otras complicaciones que pueden aparecer son anemia
hemolítica, ruidos protésicos producidos por las prótesis
mecánicas (son normales), hemorragias por la anticoagulación
(se estima en un 1% la incidencia anual de hemorragias
intracerebrales en pacientes anticoagulados de manera crónica),
etc.



Valvulopatías: Otras Valvulopatías

4.6.- Otras Valvulopatías

Estenosis tricuspídea

Etiología
Como en la mayoría, la causa más frecuente es la reumática,
asociándose a alteración de la válvula mitral, que es la que
domina el cuadro (se debe sospechar cuando un paciente con
estenosis mitral mejora de su disnea y aparecen signos de fallo
derecho, al igual que ocurría en estos pacientes cuando desarrollan
hipertensión pulmonar). Otras causas son la atresia tricúspide
congénita (síndrome de Noonan y Alagille), tumores
de la aurícula derecha y el síndrome carcinoide (que con más
frecuencia provocan insuficiencia tricuspídea). Es más frecuente
en mujeres.

Fisiopatología
Se produce un aumento de presión en la aurícula derecha que
provoca congestión venosa. El diagnóstico se establece midiendo
el área tricúspide o por el gradiente medio diastólico (>2
mmHg).

Clínica
La clínica es de insuficiencia cardíaca derecha (ingurgitación
yugular, hepatomegalia, ascitis y anasarca) y de bajo gasto
(debilidad muscular y astenia).

Exploración física
En presencia de ritmo sinusal presentan onda a alta en la presión
venosa yugular. Se ausculta un soplo diastólico en foco tricuspídeo
que aumenta en inspiración (signo de Rivero Carvallo)
(MIR 05, 252). En la auscultación encontramos un chasquido
de apertura, que frecuentemente es difícil de diferenciar del de
la estenosis mitral.

Exploraciones complementarias
- ECG: crecimiento de la aurícula derecha desproporcionado
con el grado de hipertrofia ventricular derecha.
- Radiología: cardiomegalia por el crecimiento de la aurícula
derecha.
- Ecocardiograma: técnica diagnóstica de elección (mide el
gradiente y el área valvular).

Tratamiento
El tratamiento en general es médico (dieta baja en sal y diuréticos),
excepto en casos graves (gradiente de >5 mmHg o área
<1 br="br" cm2="cm2" cuando="cuando" haya="haya" intervenir="intervenir" la="la" mitral="mitral" o="o" que="que" realiza="realiza" se="se">comisurotomía). Si la comisurotomía abierta no es suficiente,
hay que sustituir la válvula tricúspide con una prótesis (suelen
emplearse válvulas biológicas debido a la mayor posibilidad de
trombosis protésicas en el lado derecho y a que, al ser un territorio
de menor presión, las prótesis degeneran más lentamente).

Insuficiencia tricuspídea
Etiología
La causa más frecuente es la dilatación del ventrículo derecho y del anillo tricuspídeo (funcional). Si existe afectación orgánica de la válvula, la etiología más frecuente es la endocarditis (MIR 06, 36). Otras causas son la fiebre reumática, enfermedad de Ebstein, congénita, síndrome carcinoide, etc. Es la valvulopatía más frecuente en el síndrome carcinoide.

Clínica
Cuando no hay hipertensión pulmonar, la insuficiencia tricuspídea suele ser asintomática. Cuando hay hipertensión pulmonar aparece clínica de fallo derecho (MIR 02, 39).

Exploración física
Podemos encontrar datos de congestión retrógrada derecha tales como hepatomegalia, ictericia, edemas, etc. Habrá distensión venosa yugular, desaparece la onda x normal, con aparición de onda v prominente. En caso de insuficiencias tricuspídeas severas puede palparse el latido del corazón en el hígado. Este hallazgo se denomina "pulso hepático" y es debido a la transmisión retrógrada del latido ventricular por la incompetencia del la válvula tricúspide. En la auscultación aparece un 3R y un soplo holosistólico en el foco tricúspide (5º espacio intercostal derecho), ambos aumentan con la inspiración profunda (signo de Rivero Carvallo).

Diagnóstico
El ecocardiograma aportará el diagnóstico definitivo, la severidad y la posible etiología.

Tratamiento
Si es funcional, se trata la causa que la produce. Si es primaria (orgánica), no responden a tratamiento médico (diuréticos y dieta hiposódica) y tienen hipertensión pulmonar, se tratan quirúrgicamente. En caso de requerir tratamiento quirúrgico, se puede realizar una anuloplástia con implantación de anillo de Carpentier, o sin anillo (anuloplastia de Vega). En la patología orgánica se prefiere la sustitución valvular por una prótesis biológica.

Estenosis pulmonar
La etiología más frecuente es la congénita. Si da clínica, lo que es poco frecuente, aparecen síntomas de insuficiencia cardíaca derecha, bajo gasto, angina y congestión venosa sistémica sin congestión pulmonar. En la exploración aparecen unas ondas a prominentes, reforzamiento de 2R, soplo sistólico eyectivo en 2º espacio intercostal izquierdo (foco pulmonar), que aumenta con la inspiración. En el ECG aparecen signos de crecimiento de ventrículo derecho, y en la radiología puede aparecer cardiomegalia por crecimiento del ventrículo derecho, dilatación postestenótica de la arteria pulmonar y campos pulmonares limpios sin signos de congestión (MIR 97, 186). El tratamiento de elección es la valvuloplástia con catéter balón.

Insuficiencia pulmonar
La causa más frecuente es la dilatación del anillo por hipertensión pulmonar, dilatación idiopática de la arteria pulmonar o secundaria a trastorno del tejido conectivo. La segunda causa es la endocarditis infecciosa.

Clínica
Es derivada de la sobrecarga del ventrículo derecho con fallo derecho, que suele pasar inadvertida durante muchos años. Aparece el soplo de Graham Steell (diastólico en foco pulmonar que aumenta con la inspiración).

Tratamiento
La insuficiencia pulmonar es raramente tan importante como para que precise de tratamiento específico, por tanto, el tratamiento suele ser sintomático.



Valvulopatías: Insuficiencia Aórtica

4.5.- Insuficiencia aórtica

Insuficiencia aórtica

La insuficiencia aórtica se define como una deficiente coaptación
de las valvas de la válvula aórtica, que ocasiona una regurgitación
de sangre desde la aorta al ventrículo izquierdo durante
la diástole.

Etiología
La insuficiencia aórtica puede estar causada por una alteración
de las válvulas, de la aorta o de ambas.
La causa más frecuente de insuficiencia aórtica crónica es la fiebre
reumática. En el caso de la insuficiencia aórtica aguda las
causas habituales son la disección de aorta y la endocarditis.
Otras causas que pueden producirla son la dilatación del anillo
aórtico, el Marfan y las enfermedades del tejido conectivo,
enfermedades reumatológicas, etc.

Fisiopatología y manifestaciones clínicas
Se produce una regurgitación hacia el ventrículo izquierdo en
diástole de la sangre de la aorta que se une a la que proviene
de la aurícula izquierda. Esta sobrecarga de volumen sobre el
ventrículo izquierdo provoca hipertrofia excéntrica con dilatación,
que inicialmente es compensadora y atenúa la elevación
de la presión telediastólica (MIR 05, 26). Progresivamente el
ventrículo va claudicando y dilatándose hasta que empeora la
función sistólica y aparece la insuficiencia cardíaca terminal. El
volumen telediastólico se correlaciona con la mortalidad operatoria
y la disfunción postoperatoria del ventrículo izquierdo.
La insuficiencia aórtica aguda severa es mal tolerada hemodinámicamente
y condiciona un rápido deterioro clínico que
puede abocar en edema agudo de pulmón. En cambio, en la
insuficiencia aórtica crónica se desencadenan mecanismos de
compensación que hacen que sea bien tolerada y de larga evolución.
La insuficiencia aórtica puede evolucionar de manera asintomática

Figura 11. Fisiopatología de la insuficiencia aórtica.

Exploración física
El pulso cardíaco mostrará, por aumento en la presión diferencial,
un pulso saltón hiperquinético (bífido o bisferiens al igual
que en la miocardiopatía hipertrófica). La presión arterial sistólica
está elevada mientras que la presión diastólica es muy
baja. El signo de Hill es la presión sistólica poplítea obtenida
con brazalete que excede a la presión humeral más de 20
mmHg.
La auscultación y la palpación cardíaca pueden mostrar los
siguientes datos (MIR 00, 94):
- Soplo diastólico precoz (cuanto más precoz más aguda)
(MIR) de alta frecuencia, decreciente hacia el final de la diástole.
Se ausculta en área aórtica y en el borde paraesternal
izquierdo en el tercer espacio intercostal (foco de Erb) y se
irradia hacia abajo e izquierda. La duración del soplo se relaciona
con la severidad. Se ausculta mejor en espiración forzada
y con el paciente inclinado hacia delante (igual que el roce
de la pericarditis).
- Disminución del 2R. En ocasiones 3R.
- Soplo sistólico aórtico por hiperaflujo.
durante años. Es una valvulopatía más traicionera que
la estenosis aórtica y suele dar síntomas cuando ya hay deterioro
de la función sistólica. La disnea es el síntoma más frecuente
de esta enfermedad. Al igual que en la estenosis aórtica
puede haber angina en ausencia de lesiones coronarias. La
angina puede ser de esfuerzo aunque es muy típico de esta
enfermedad la angina durante el reposo nocturno (durante el
sueño hay una bradicardia fisiológica. Al disminuir la frecuencia
cardíaca, aumenta la duración de la diástole lo que aumenta
el chorro de regurgitación y el estrés en el ventrículo izquierdo
lo que puede provocar angina). Sin embargo, el síncope no
es un dato habitual. Puede complicarse en la evolución con
endocarditis y muerte súbita.
- En ocasiones soplo de Austin Flint: soplo diastólico de estenosis
mitral producido por el chorro de regurgitación aórtico
que se dirige contra la válvula mitral dificultando su normal
apertura.
- El impulso apical es diseminado e hiperdinámico y está desplazado
hacia fuera y abajo.

Figura 12. Representación esquemática de la auscultación en la insuficiencia aórtica.

Exploraciones complementarias
- ECG: patrón de sobrecarga de volumen del ventrículo
izquierdo. Los trastornos de la conducción intraventricular
izquierda se presentan tardíamente en la evolución y se asocian
generalmente con disfunción ventricular izquierda.
- Radiología: el tamaño del corazón depende de la gravedad
y duración de la insuficiencia aórtica. En situaciones agudas el
tamaño puede ser normal, en situaciones crónicas hay crecimiento
ventricular izquierdo. Puede haber dilatación de la raíz
aórtica.
- Ecocardiograma: técnica de elección para el diagnóstico
mediante doppler-color. Nos ayuda también a valorar la indicación
quirúrgica mediante el cálculo del diámetro telesistólico
o la FE.
- Cateterismo cardíaco: al igual que en otras valvulopatías,
se realiza con vistas a planificar la cirugía, para valorar la
necesidad de revascularización coronaria en el mismo acto
quirúrgico. También es de utilidad para los casos en los que
existen dudas sobre la severidad de la lesión valvular.

Figura 13. Chorro de regurgitación en la insuficiencia aórtica visto por ecocardiografía- doppler.
Tratamiento
- Insuficiencia aórtica crónica:
• Tratamiento médico (previo a la cirugía o cuando se desestima):
es el de la insuficiencia cardíaca (vasodilatadores y
diuréticos). El nifedipino ha demostrado retrasar las necesidades
de cirugía en estos pacientes.
• Tratamiento quirúrgico: hay que intervenir a los pacientes
con insuficiencia aórtica severa sintomática y a los
asintomáticos antes de que los cambios en la función ventricular
izquierda se hagan manifiestos (es decir FE <55 br="br" di="di" metro="metro" o="o">telesistólico de ventrículo izquierdo >55 mm).
- Insuficiencia aórtica aguda:
• Si los pacientes presentan clínica de insuficiencia cardíaca
está indicada la intervención quirúrgica inmediata (MIR).
• En enfermos con insuficiencia aórtica aguda severa secundaria
a una endocarditis infecciosa, que no están afectados
hemodinámicamente, pueden esperar con tratamiento antimicrobiano
de 7 a 10 días y diferir la cirugía hasta que el
paciente presente control de la infección.
- La técnica quirúrgica consiste en la sustitución valvular por
una prótesis. En ocasiones, sobre todo en los casos secundarios
a la dilatación del anillo aórtico, se puede intentar la
reimplantación de la válvula nativa sobre un tubo de dacron,
sin necesidad de implantar prótesis (técnica de David) (ver
Tratamiento de Aneurismas de Aorta Ascendente).



Valvulopatías: Estenosis Aórtica

4.4.- Estenosis aórtica



La estenosis aórtica es la reducción del orificio valvular aórtico
a menos de 2 cm2, con obstrucción del flujo de salida del ventrículo
izquierdo. La obstrucción puede localizarse: por encima
de la válvula en el síndrome de Williams (supravalvular); por
debajo de la válvula (subvalvular), es decir, en el tracto de salida
del ventrículo izquierdo (miocardiopatía hipertrófica obstructiva)
o en la propia válvula (lo más frecuente).

Etiología



Fisiopatología
Existe un obstáculo a la salida de la sangre del ventrículo
izquierdo en sístole. El mecanismo de compensación para vencer
ese obstáculo (aumento de la postcarga) es la hipertrofia
ventricular (así se mantiene la función sistólica de ventrículo
izquierdo). La alteración principal aparece en la diástole, ya
que, al estar hipertrofiado, el ventrículo izquierdo no se relaja,
con lo que la primera fase de vaciado pasivo de la aurícula no
se realiza de manera adecuada, necesitando que la contracción
auricular sea vigorosa. Como ocurría en la estenosis mitral, la
taquicardia (que acorta principalmente la diástole) empeora la
sintomatología en estos pacientes. La pérdida de la contracción
auricular y el aumento de la frecuencia cardíaca concurren en
la FA, lo que hace que sea una arritmia muy mal tolerada si hay
estenosis aórtica. Puesto que la masa del ventrículo izquierdo
se encuentra aumentada y existe una aumento de la tensión
parietal en sístole para vencer el obstáculo, las necesidades de
oxígeno del miocardio aumentan, por lo que se produce un
disbalance entre la oferta y la demanda, produciendo angina.
La disnea se produce por la alteración diastólica inicial, que
aumenta la presión telediastólica de ventrículo izquierdo y,
retrógradamente, la presión en aurícula izquierda y venas pulmonares.
El síncope se produce por alteración sistólica (las
necesidades de oxígeno cerebrales durante el esfuerzo no pueden
ser satisfechas, ya que el flujo que sale de la aorta se
encuentra reducido).

Clínica
La clínica generalmente comienza en el sexto decenio de vida,
rara vez antes de los 40 años. La tríada clínica clásica la constituyen
la angina, el síncope y la disnea:
- Angina: es la manifestación más frecuente y aparece por
aumento de las necesidades miocárdicas de oxígeno aunque
no existan lesiones coronarias.
- Síncope: característicamente se trata de un síncope de
esfuerzo. Durante el ejercicio disminuyen las resistencias periféricas,
lo que no puede ser compensado con un aumento del
gasto cardíaco debido a la obstrucción, cayendo la presión de
perfusión cerebral y provocando así síncope. Cuando el síncope
aparece en reposo, se debe pensar en arritmias (FA,
fibrilación ventricular, bloqueos).
- Disnea (insuficiencia cardíaca). Cuando aparece el pronóstico
es de 2 años y es especialmente sombrío si se acompaña
de fracaso derecho por hipertensión pulmonar (MIR 99F,
56). Suele ser disnea de esfuerzo, ortopnea o edema agudo
de pulmón (hiper o hipotensivo).
- También existe un mayor riesgo de ACVA, endocarditis y
muerte súbita.
- Clásicamente, la estenosis aórtica se ha asociado a hemorragias
digestivas bajas producidas por angiodisplasia de
colon (MIR).
Una vez que aparecen los síntomas, si no se trata, el pronóstico
es malo. Las curvas de supervivencia demuestran que, desde
el comienzo de los síntomas hasta la muerte, son dos años en
situación de insuficiencia cardíaca, tres años si existe síncope y
cinco años si el paciente presenta angor.

Exploración física
El pulso arterial mostrará un ascenso lento (tardus), pequeño
(parvus) y anacrótico (MIR 01, 39; MIR 97F, 49).
En el pulso venoso yugular se puede apreciar una onda a prominente
(MIR 01, 41). Si existe hipertensión pulmonar o insuficiencia
tricuspídea puede haber una onda v prominente. La
hipertensión arterial no es un dato habitual y, en casos severos,
se produce hipotensión con el ejercicio.
En la auscultación y palpación cardíaca destacan los siguientes
hallazgos:
- La palpación del frémito es un signo casi constante, con su
irradiación característica hacia el lado derecho del cuello y
carótidas (MIR 98F, 104).
- 1R normal con disminución del 2R (la desaparición del segundo
tono en el foco aórtico es un dato exploratorio de severidad).
- Clic de apertura en válvulas no calcificadas. Cuando se calcifica
disminuye o desaparece.
- Desdoblamiento paradójico del 2R que aparece en las severas
(MIR 99, 27).
- Lo más característico es un soplo sistólico áspero, romboidal,
de baja frecuencia que se ausculta mejor en el foco aórtico y
que se irradia a cuello y a carótidas. La intensidad del soplo no
se correlaciona bien con la severidad y, según avanza la estenosis,
puede ir disminuyendo de intensidad (suele ser por claudicación
del ventrículo izquierdo y es un dato de mal pronóstico).
En ocasiones el soplo se irradia a lo largo del borde esternal
izquierdo y a la punta (fenómeno de Gallavardín).



Exploraciones complementarias
- ECG: signos de hipertrofia ventricular izquierda. El calcio del
anillo puede producir bloqueo A-V o distintos grados de bloqueo
intraventriculares (hemibloqueo anterior izquierdo).
- Radiología: se encuentra radiografía normal o redondeamiento
de la punta del ventrículo izquierdo. Calcio en el anillo
aórtico, sobre todo en mayores de 65 años.
- Ecocardiograma: es la técnica de elección para su diagnóstico
(MIR 04, 199). El doppler determina el gradiente
máximo y el medio, para cuantificar la severidad (ligera,
moderada y grave; esta última cuando el gradiente medio
supera los 50 mmHg, o área valvular (MIR 00, 92).
- Cateterismo: es de utilidad para confirmar el gradiente y calcular el área valvular cuando existen dudas con la ecocardiografía, y sobre todo, para conocer la anatomía coronaria con vistas a planificar la cirugía.

Tratamiento
El tratamiento médico es sintomático, hasta que se realice la cirugía. Hay que evitar los inotropos positivos (digoxina) y vasodilatadores (ya que facilitan la disminución del gasto cardíaco durante el esfuerzo y pueden producir síncope). Siempre que sea posible, el tratamiento médico debe realizarse con inotropos negativos (betabloqueantes y calcioantagonistas). El tratamiento quirúrgico se realiza en todos los casos cuando exista estenios aórtica grave y existan síntomas, independiente de la gravedad de éstos (MIR 02, 181; MIR 97, 174), o en pacientes con estenosis aórtica severa y disfunción sistólica de ventrículo izquierdo (FE < 55%). Se realizará, en casi todos los casos, sustitución valvular por prótesis (MIR 07, 33) (biológica o mecánica). En niños y adolescentes con estenosis aórticas congénitas, se puede intentar la comisurotomía o la valvuloplastia con catéter balón, ya que tiene muy buenos resultados (aunque es una medida provisional). En este último grupo de pacientes, se debe realizar la intervención (quirúrgica o con valvuloplastia) si presentan estenosis aórtica severa, aunque estén asintomáticos, por el riesgo de muerte súbita y de disfunción ventricular con la evolución.

Valvulopatías: Prolapso De La Válvula Mitral

4.3.- Prolapso de la válvula mitral

También llamado síndrome de Barlow, síndrome del clic sistólico
tardío.

Concepto
Protusión de una o ambas valvas de la mitral hacia la aurícula
izquierda durante la sístole ventricular. Es más frecuente el prolapso
de la valva posterior que el de la valva anterior. Puede ir
acompañado o no de insuficiencia mitral, siendo la causa más
frecuente de insuficiencia mitral aislada.

Etiología
- Aislada: puede ser espontánea o mostrar agregación familiar
con herencia autosómica dominante.
- Asociada a otros síndromes de alteración del tejido conjuntivo
(síndrome de Marfan, síndrome de Ehlers-Danlos) o asociada
al riñón poliquístico del adulto.
- Asociada a otras enfermedades cardiológicas: miocardiopatía
obstructiva, enfermedad de Ebstein, síndrome QT largo,
Wolff-Parkinson-White, etc.

Clínica (MIR 99F, 46)
La clínica es muy variable, desde casos asintomáticos (lo más
frecuente) a otros muy sintomáticos. Los síntomas aparecen
generalmente a partir de los 20-30 años. Es más frecuente en
mujeres.
Entre los síntomas más frecuentes destacan:
- Fatigabilidad, intolerancia al ejercicio.
- Dolores torácicos atípicos (síntoma más frecuente).
- Palpitaciones, ansiedad.
- Fenómenos ortostáticos.
- Presíncope y síncope.
En muchos casos, los síntomas son difíciles de explicar solamente
por el prolapso. Se ha sugerido que en estos pacientes
puede existir también una disfunción del sistema nervioso
autónomo. Algunos estudios sugieren que estos pacientes presentan
una respuesta anormal a la estimulación simpática, que
podría ser la causa de muchos de los síntomas.

Exploración física
Lo más frecuente es que sea normal. No obstante, en la auscultación
es muy típico la presencia de un clic mesosistólico
que se produce en el momento del prolapso valvular (el clic de
la estenosis aórtica es protosistólico, es decir, al principio de la
sístole). También aparece, en los casos con insuficiencia mitral
asociada, un soplo sistólico tardío que aumenta de intensidad
en bipedestación y disminuye con la posición de cuclillas.
Durante la maniobra de Valsalva el soplo se hace más prolongado,
pero no más intenso. Con la inhalación de nitrito de
amilo, el soplo no se modifica.

Exploraciones complementarias
- ECG: usualmente es normal. Puede aparecer aplanamiento
o inversión de ondas T en derivaciones inferiores. Con frecuencia
se producen falsos positivos en el test de esfuerzo.
- RX tórax: normal, o si asocia insuficiencia mitral grave,
mostrará los mismos cambios.
- Ecocardiografía: el dato ecocardiográfico más común en el
modo M es el movimiento abrupto hacia atrás, por parte de
la válvula posterior, o de ambas valvas, en la mesosístole.

Tratamiento
- Médico: sintomático y preventivo.
• Evitar deplección de volumen y factores que estimulen la
actividad simpática.
• Ejercicio aeróbico regular.
• Los betabloqueantes a dosis bajas constituyen el tratamiento
de elección para el prolapso mitral sintomático.
• Profilaxis de endocarditis infecciosa sólo si hay insuficiencia
mitral significativa acompañante.
- Quirúrgico: el recambio valvular estaría indicado si asocia
insuficiencia mitral y tiene criterios quirúrgicos.